Candidiasis Equina: Tratamiento y Prevención

Para realizar un buen tratamiento y prevención para la candidiasis equina, debemos de saber a qué nos referimos cuando hablamos de esta enfermedad, cuál es el tratamiento correcto, cómo poder evitarla y terminaremos con varios consejos a tener en cuenta para que no nos vuelva a pasar.

 

¿Qué es la candidiasis equina?

Fusobacterium necrophorum es una bacteria que crece y se prolifera en ambientes húmedos sin transpiración de aire o con muy escasa corriente que airee el ambiente. Afecta directamente a los cascos del caballo y son perjudiciales para sus pezuñas si no se trata a tiempo. Por ejemplo, en situaciones en las que el caballo pasa mucho tiempo en el establo, es muy común que acabe pisando sobre estiércol y si éste no termina por secarse, es cuando la bacteria aparece.

Todos los animales requieren de mucha atención a la hora de mantenerlos y, aunque el caballo es un animal muy sociable que llama la atención para todos aquellos que disponen de áreas de campo y de finca –también por su innegable belleza y elegancia-, la realidad es que necesita de mucha labor de cuidados equinos especiales. Además, se trata de un animal muy activo, necesita mucha actividad, y por tanto es muy importante llevar a cabo un correcto mantenimiento de sus patas y cascos.

 

Tratamiento correcto para la candidiasis.

En caso de estar ya presente la bacteria en el caballo se debe asistir al hospital veterinario para caballos más cercano y solicitar un tratamiento adecuado y especializado en el animal, ya que al igual que los humanos, cada uno tiene sus condiciones especiales.

El procedimiento de cura debe seguirse a ‘raja tabla’, es decir, de forma o manera exhaustiva, ya que la salud del equino está en juego y es un tema que hay que tomárselo muy en serio. Las medicinas equinas son de diaria aplicación y requieren de mucha paciencia, por eso es mejor opción tener en consideración su prevención.

 

Cómo evitar el crecimiento de la bacteria candidiasis.

La candidiasis equina afecta directamente a la ranilla, la parte del casco que tiene forma de corazón y que se encuentra en la base del mismo. Si no se trata bien podría llegar a infectarse de tal manera que el caballo acabe necesitando una cirugía, lo que tendría efectos secundarios para el animal, por eso es primordial su prevención.

 

Para evitar este problema hay que tener muy presente:

• Limpiar todos los días las pezuñas y cascos de los caballos detenidamente, retirando la suciedad que pudiera acumularse en recovecos de los mismos y restos que pudieran agrietarlos.
• Asear el espacio por el que camina el animal, ya que si tan sólo se higienizan sus pezuñas pero no el entorno, se estará favoreciendo a la proliferación de la bacteria. Éste también es un trabajo diario, e incluso de varias veces al día, si el espacio o establo es pequeño.
• Mantener recortadas las pezuñas de los equinos también cura en salud esta enfermedad. Para ello se puede pedir la atención de un experto, como un herrador, o acudir a veterinarios para caballos.
• Proporcionar una dieta saludable para el caballo para que favorezca la óptima salud del sistema inmunológico del animal. Además, se debe asegurar el suministro de agua limpia y fresca en todo momento. Las clínicas equinas también ofrecen ayuda en los cuidados de los caballos.

 

Su salud es nuestra tranquilidad.

Todos los animales requieren una delicada responsabilidad y de nosotros depende su bienestar diario, por eso debemos estar muy atentos a las señales que nos hacen llegar y a los síntomas que dejan ver. Para prevenir muchas de las enfermedades que pudieran surgirle a nuestro caballo tan sólo hay que seguir las recomendaciones de los profesionales veterinarios que nos guiarán a la hora de realizar unos cuidados adecuados para el animal.

Los equinos son muy confiados y comunicativos, prestándoles la debida atención evitaremos que pasen por situaciones estresantes y tratamientos invasivos.

 

¡Tu caballo te necesita a su lado!